Por ejemplo llevando una vida lo más posible a “huella cero”, en la que el cuidado de la madre naturaleza, las relaciones amorosas y auténticas, el respeto y la pasión por la vida sean siempre mis guías. Me alimento de forma consciente con una dieta a base de productos vegetales locales y de temporada, sin productos derivados del maltrato animal, cultivo mi huerto ecológico con mucho amor, aprendiendo de la tierra y sus frutos. La bicicleta es mi medio de transporte cotidiano. Trato de reducir al máximo los residuos no reutilizables y procurando llevar una vida lo más esencial posible en cuanto a necesidades materiales. He entendido el valor de compartir y sobre todo que sólo una vida esencial me permite llegar a lo más profundo y auténtico de la vida. El silencio, el ayuno, el contacto íntimo y profundo con la naturaleza y con la música son mi medicina.